miércoles, 4 de noviembre de 2015

Medicamentos: la importancia de su correcta administración.

 Es demasiado frecuente, tanto en el caso de los humanos como en los animales, la administración incorrecta de los medicamentos recetados (por no hablar del grave problema de la automedicación comentado en el artículo anterior). Tanto el médico como el veterinario indica el número de días que ha de administrarse un medicamento, pero en muchos casos estos son administrados únicamente hasta la remisión de los síntomas. En ciertos grupos de medicamentos como antiiflamatorios no esteroideos, complejos vitamínicos, etc. la posología incorrecta no tendrá unos efectos muy negativos siempre y cuando esta incorrección sea de carácter “temporal” (frecuencia de administración) y no cuantitativa (evidentemente cualquier sobremedicación puede ser peligrosa e incluso mortal), pero en el caso de los antibióticos y corticoesteroides ciertos “fallos” pueden ser peligrosos en diferente grado y plazo.



  • La insuficiente administración de antibiótico ( y algunos antiparasitarios), ya bien sea por cantidad o por tiempo, puede desembocar en resistencia microbiana a dichos medicamentos.  El antibiótico al ser administrado en cantidad  menor a la recomendada, no acaba con todos los microorganismos patógenos sobre los que actúa, quedando ciertos individuos vivos y que pueden generar inmunidad a la actuación del medicamento en futuras ocasiones por múltiples mecanismos que darían para otro extenso artículo.
  • Los corticoesteroides pueden ser problemáticos sobre todo cuando su retirada es brusca y anticipada. Los corticoesteroides de uso terapéutico son estructuralmente similares a las hormonas secretadas por las glándulas adrenales (que están sobre los riñones, tal como su nombre latino indica), por lo que durante su administración el cuerpo los detecta como si fuese una sustancia endógena y deja de producirlos de forma natural (de hecho las hormonas producidas por la corteza adrenal son también corticoesteroides). Su retirada debe ser paulatina para que las glándulas adrenales vuelvan a producirlas de forma natural, de lo contrario el cuerpo se encontrará de repente sin corticoesteroides naturales ni administrados externamente, lo que podría producir problemas en los mecanismos que regulan la inflamación por poner un ejemplo puesto que sus acciones son muy extensas y variadas, yendo desde el metabolismo de los hidratos de carbono, la inmunidad, y la absorción y el equilibrio de los minerales dentro del cuerpo.
  • Cualquier medicamento utilizado para el tratamiento de una enfermedad crónica no debe ser retirado antes de las indicaciones dadas por el veterinario, puesto que la aparente remisión de los síntomas son producidos precisamente por la administración de dichos medicamentos que en muchos casos su efecto es paliativo y no curativo, por lo que su retirada podría producir la vuelta de los síntomas iniciales.
Estos tres casos son sólo algunos ejemplos representativos de los efectos que pueden tener en  el animal pautas de administración incorrectas; dado la gran cantidad de medicamentos presentes en el mercado farmacéutico, cada uno con sus propias características, puede haber muchos otros que pueden ser problemáticos.
 
bibliografia:
https://isvet.wordpress.com/2010/10/27/medicamentos-la-importancia-de-su-correcta-administracion/

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